Vasconcelos ilustre, en cuyas manos
el gran monarca del imperio ibero
las peligrosas riendas deposita
de una parte preciosa de sus pueblos;
tú que, de la corona asegurando
en tus vastas provincias los derechos,
nuestra paz estableces, nuestra dicha
sobre inmobles y sólidos cimientos;
iris afortunado que las negras
nubes que...
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Árbol bello, ¿quién te trajo
a estas campiñas risueñas
que con tu copa decoras
y tu sombra placentera?
Dicen que el dulce Dalmiro,
Dalmiro aquel que las selvas
y de estos campos los hijos
no sin lágrimas recuerdan,
compró de un agreste joven
tu amenazada existencia;
en este alcor, estos valles,
viva su memoria eterna... -
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Es fuerza que te diga, caro Olmedo,
que del dulce solaz destitüido
de tu tierna amistad, vivir no puedo.
¡Mal haya ese París tan divertido,
y todas sus famosas fruslerías,
que a soledad me tienen reducido!
¡Mal rayo abrase, amén, sus Tullerías,
y mala peste en sus teatros haga
sonar, en vez de amores,... -
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