• Apenas el billete
    recibas, Carlos, de tu amante Adela,
    incansable jinete,
    clava la aguda espuela
    a tu caballo y a mis brazos vuela.
    Siglos me son las horas,
    de tu lado distante; considera
    que, si venir demoras,
    de congoja tan fiera
    es fuerza, es fuerza que tu Adela muera.
    Que enferma estoy de muerte,
    y mi remedio el fĂ­sico no...