• I
    Este amor que quiere ser,
    acaso pronto será;
    pero ¿cuándo ha de volver
    lo que acaba de pasar?
    Hoy dista mucho de ayer.
    ¡Ayer es Nunca jamás!

    II
    Moneda que está en la mano
    quizá se deba guardar;
    la monedita del alma
    se pierde si no se da.

  • Y hoy hablo a los orientales,
    y también al Presidente,
    que se trate sabiamente
    de suprimir tantos males;
    y tuitos seamos iguales
    sin reparar la color,
    pa que unidos al reedor
    de este pabellón glorioso,
    alumbre eterno reposo
    su puro y brillante sol.

    Te hundes suelo querido
    en un cañadón sin fondo,
    esto lo dice un redondo...