• La tarde es lluviosa; del ramaje
    penden como harapos destrozados,
    los nidos de las aves enlutados
    como el pálido verde del follaje.
    Solo y silencioso aquel boscaje
    de plumeros verdosos y mojados,
    de áspides, de prados desolados,
    parece un escuálido paisaje.
    Donde se encierra la grandeza humana
    con todos sus achaques y certezas,...