• ¡Oh vírgenes rebeldes y sumisas:
    convertidme en el fiel reclinatorio
    de vuestros oídos y vuestras sonrisas
    y en la fragua sangrienta del holgorio
    en que quieren quemarse vuestras prisas!...

    ¡Oh botones baldíos en el huerto
    de una resignación llena de abrojos:
    lloráis un bien que, sin nacer, ha muerto,
    y a vuestra pura lápida concierto
    los...