• A Antonio Moreno y Oviedo.
    Mujer que recogiste los primeros
    frutos de mi pasión, ¡con qué alegría
    como una santa esposa te vería
    llegar a mis floridos jazmineros!

    Al mirarte venir, los placenteros
    cantares del amor desgranaría,
    colgada en la risueña galería,
    la jaula de canarios vocingleros.

    Si a mis abismos de tristeza bajas
    y si...