• El demonio de mis sueños
    ríe con sus labios rojos,
    sus negros y vivos ojos,
    sus dientes finos, pequeños.
    Y jovial y picaresco
    se lanza a un baile grotesco,
    luciendo el cuerpo deforme
    y su enorme
    joroba. Es feo y barbudo,
    y chiquitín y panzudo.
    Yo no sé por qué razón,
    de mi tragedia, bufón,
    te ríes... Mas tú eres vivo...