• A don Remigio Crespo Toral,
    en su coronación

    Desde la ebúrnea torre donde, como el latino
    artífice, cincelo mi verso diamantino
    —miel para la famélica jauría—,
    pongo mi lira acorde al melodioso coro
    de los címbalos rítmicos y las trompetas de oro
    que dicen tu triunfo sonoro,
    Rey...

  • Ínclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda,
    Espíritus fraternos, luminosas almas, salve!
    Porque llega el momento en que habrán de cantar nuevos himnos
    lenguas de gloria. Un vasto rumor llena los ámbitos; mágicas
    ondas de vida van renaciendo de pronto;
    retrocede el olvido, retrocede engañada la muerte;
    se anuncia un reino nuevo, feliz sibila sueña...