• Bien parece que, al crearte,
    no te dio la suma diestra
    tan celestial hermosura
    y gracia tan halagüeña,
    sino por negarte dichas
    y alegres horas serenas,
    de éstas así descontando
    lo que prodigó en aquéllas:
    pero, ¿cuándo, dime, cuándo
    no fue infeliz la belleza?
    ¿Cuándo no fueron las gracias
    blanco de la suerte adversa?
    Tu...

  • Tu dulce voz, oh Justa, me convida
    a levantar los ojos de la mente
    a la segunda perdurable vida,
    aspirando a ese gozo permanente
    que no cansa jamás, ni mezcla alguna
    se dolor o de mal en sí consiente.
    ¡Ay! desde que la pérfida fortuna
    en flor cortó las ilusiones mías,
    y la experiencia me dejó importuna;
    desde que vivo tan amargos días,...

  • Hermosísima reina del sarao,
    con quien apareciera menos bella
    la esposa desleal de Menelao,
    como al rayo del sol la última estrella;
    ¡Ay! que mañana voladora nao,
    mientras imprima aún su leve huella
    en la blanda almohada tu mejilla,
    me apartará por siempre de esta orilla.
    ¡Dichosa danza que tu talle estrecho
    enlazar con na brazo me...