• Es una hermosa noche de verano.
    Tienen las altas casas
    abiertos los balcones
    del viejo pueblo a la anchurosa plaza.
    En el amplio rectángulo desierto,
    bancos de piedra, evónimos y acacias
    simétricos dibujan
    sus negras sombras en la arena blanca.
    En el cenit, la luna, y en la torre,
    la esfera del reloj iluminada.
    Yo en este viejo...

  • Una noche de verano
    —estaba abierto el balcón
    y la puerta de mi casa—
    la muerte en mi casa entró.
    Se fue acercando a su lecho
    —ni siquiera me miró—,
    con unos dedos muy finos,
    algo muy tenue rompió.
    Silenciosa y sin mirarme,
    la muerte otra vez pasó
    delante de mí. ¿Qué has hecho?
    La muerte no respondió.
    Mi niña quedó...