• Ante el pálido lienzo de la tarde,
    la iglesia, con sus torres afiladas
    y el ancho campanario, en cuyos huecos
    voltean suavemente las campanas,
    alta y sombría, surge.
    La estrella es una lágrima
    en el azul celeste.
    Bajo la estrella clara,
    flota, vellón disperso,
    una nube quimérica de plata.

  • Es una tarde cenicienta y mustia,
    destartalada, como el alma mía;
    y es esta vieja angustia
    que habita mi usual hipocondría.
    La causa de esta angustia no consigo
    ni vagamente comprender siquiera;
    pero recuerdo y, recordando, digo:
    -Sí, yo era niño, y tú, mi compañera.
    *
    Y no es verdad, dolor, yo te conozco,
    tú eres...

  • La tarde todavía
    dará incienso de oro a tu plegaria,
    y quizás el cenit de un nuevo día
    amenguará tu sombra solitaria.
    Mas no es tu fiesta el Ultramar lejano,
    sino la ermita junto al manso río;
    no tu sandalia el soñoliento llano
    pisará, en la arena del hastío.
    Muy cerca está, romero,
    la tierra verde y santa y florecida
    de tus...

  • Me dijo una tarde
    de la primavera:
    Si buscas caminos
    en flor en la tierra,
    mata tus palabras
    y oye tu alma vieja.
    Que el mismo albo lino
    que te vista sea
    tu traje de duelo,
    tu traje de fiesta.
    Ama tu alegría
    y ama tu tristeza,
    si buscas caminos
    en flor en la tierra.
    Respondí a la tarde
    de la primavera:...

  • ¡Oh tarde luminosa!
    El aire está encantado.
    La blanca cigüeña
    dormita volando,
    y las golondrinas se cruzan, tendidas
    las alas agudas al viento dorado,
    y en la tarde risueña se alejan
    volando, soñando...
    Y hay una que torna como la saeta,
    las alas agudas tendidas al aire sombrío,
    buscando su negro rincón del tejado.
    La...