• I

    No sabía
    si era un limón amarillo
    lo que tu mano tenía,
    o el hilo de un claro día,
    Guiomar, en dorado ovillo.
    Tu boca me sonreía.
    Yo pregunté: ¿Qué me ofreces?
    ¿Tiempo en fruto, que tu mano
    eligió entre madureces
    de tu huerta?
    ¿Tiempo vano
    de una bella tarde yerta?
    ¿Dorada esencia encantada?...

  • I
    ¡Sólo tu figura,
    como una centella blanca,
    en mi noche oscura!
    *
    ¡Y en la tersa arena,
    cerca de la mar,
    tu carne rosa y morena,
    súbitamente, Guiomar!
    *
    En el gris del muro,
    cárcel y aposento,
    y en un paisaje futuro
    con sólo tu voz y el viento;
    *
    en el nácar...