Sí, yo he escrito estos Abrojos
tras hartas penas y agravios,
ya con la risa en los labios,
ya con el llanto en los ojos.
Tu noble y leal corazón,
tu cariño, me alentaba
cuando entre los dos mediaba
la mesa de redacción .
Yo, haciendo versos,...
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Juntos hemos visto el mal |
No predico, no interrogo. |