• Mientras haya en ciudad y cortijo
    gallineros que ostenten su rijo;
    y por calles, y en lúbricos tratos,
    ardentías de perros o gatos;
    y en el aire y el muro y el suelo
    moscas tiernas, a pares, en celo;
    mi librillo en palacios y chozas
    ha de ser inocente a las mozas.

    Pero quise pecar de discreto;
    y en extraño y heroico soneto
    dejo...

  • Conservo de la injuria,
    no la ignominia; pero si la marca.
    ¡Sentíme sin honor, cegué de furia,
    y recogilo de sangrienta charca!

    Y hórrido amago suena...
    Así la racha en el desierto zumba,
    ¡cuando en crecientes vórtices de arena
    corre a ceñir al árabe la bumba!

    ¡Infames! Os agravia
    que un alma superior aliente y vibre;
    y en vuestro...

  • Siempre aguijo el ingenio en la lírica;
    y él en vano al misterio se asoma
    a buscar a la flor del Deseo
    vaso digno del puro Ideal.
    ¡Quién hiciera una trova tan dulce,
    que al espíritu fuese un aroma,
    un ungüento de suaves caricias,
    con suspiros de luz musical!

    Por desdén a la pista plebeya,
    la Ilusión empinada en su loma
    quiere asir,...

  • A tres leguas de un puerto bullente
    que a desbordes y grescas anima,
    y al que a un tiempo la gloria y el clima
    adornan de palmas la frente,
    hay un agrio breñal, y en la cima
    de un alcor un casucho acubado,
    que de lejos diviso a menudo,
    y rindiéndose apoya un costado
    en el tronco de un mango copudo.

    Distante, la choza resulta montera...

  • Cautivo un gorrión estaba,
    Y de un astro se prendó;
    Y en su música decía:
    "Llegue a ti mi dulce voz."

    Por azar, o por astucia,
    El pajarillo escapó;
    Y al cielo se fue trinando
    "Alas tengo y libre soy."

    Y el ave a la rica estrella
    Pudo subir, y cantó:
    "Ni cadenas ni distancias
    vedan triunfos al amor."

  • Tan abierta de brazos como de piernas,
    Tocas el harpa y ludes madera y oro.
    Dejo al mueble la plaza por el decoro,
    Y contemplo caricias a hurgarme tiernas.

    A tu ardor me figuras y subalternas
    En la intención del alma que bien exploro,
    Y en el roce del cuerpo con el sonoro
    Y opulento artefacto que mal gobiernas.

    Y tanto me convidas, que ya me...

  • ¡Adiós, amigo, adiós! ¡El sol se esconde,
    la luna sale de la nube rota,
    y Eva me aguarda en el estanque, donde
    el cisne nada y el nelombo flota!

    Voy a estrechar a la mujer que adoro.
    ¡Cuál me fascina mi delirio extraño!
    ¡Es el minuto del ensueño de oro
    de la cita del ósculo en el baño!

    ¡Es la hora en que los juncos oscilantes
    de la verde...

  • Al fin te asomas entre las nubes,
    al fin te asomas y a verte voy...
    Estrella mía que a oriente subes
    ¿qué tal te ha ido de ayer a hoy?

    Toda la tarde lloviendo estuvo,
    toda la tarde, para mi mal,
    por las regiones del aire anduvo
    rodando nieblas el vendaval.

    ¡Ah, no es posible que yo te diga
    cuánto he sufrido, cuánto temí
    que no...

  • I

    Es un monstruo que me turba. Ojo glauco y enemigo,
    como el vidrio de una rada con hondura que, por poca,
    amenaza los bajeles con las unas de la roca.
    La nariz resulta grácil y asemejase a un gran higo.

    La guedeja blonda y cruda y sujeta, como el trigo
    en el haz. Fresca y brillante y rojísima la boca,
    en su trazo enorme y burdo y en su risa eterna y...

  • ¿Qué te acongoja mientras que sube
    del horizonte del mar la nube,
    negro capuz?
    Tendrán por ella frescura el cielo,
    pureza el aire. verdor el suelo,
    matiz la luna.
    No tiembles. Deja que el viento amague
    y el trueno asorde y el rayo estrague
    campo y ciudad;
    tales rigores no han de ser vanos...
    ¡Los pueblos hacen con rojas manos
    ...