• Padres segundos del linaje humano,
    únicos libres del común pecado,
    y de común castigo, cuando, airado,
    cambió el Señor la tierra en océano:
    cuando ese mar inmenso tuvo orilla,
    y dejasteis al fin el arca santa,
    al estampar en tierra vuestra planta,
    ¿no regasteis en llanto la mejilla,
    al mirar que la tierra, ya segura,
    que os acoja del...