• Era una noche del mes
    de mayo, azul y serena.
    Sobre el agudo ciprés
    brillaba la luna llena,
    iluminando la fuente
    en donde el agua surtía
    sollozando intermitente.
    Sólo la fuente se oía.
    Después, se escuchó el acento
    de un ocultó ruiseñor.
    Quebró una racha de viento
    la curva del surtidor.
    Y una dulce melodía
    ...