-¿Quieres? ¿Vamos a divertirnos?
Accedió y fueron al café.
Gente, ruido, baile y música. Música para trasnochadores; música de hotel internacional o de «boite», que era lo que buscaban.
Parado en una silla, sobre una mesa, peroraba el poeta ebrio, con ojos de amplia pupila, vaga, de cocaína o ajenjo.
-«Ritmos pseudo-alegres de desenvolvimiento fatal. Cosas...