• I

    ¡Silencio! dadme pronto la lira con que cantan
    los bardos, cuando sienten latir el corazón,
    y llenos de entusiasmo sus cánticos levantan
    buscando por doquiera celeste inspiración.

    Prestadme esos acentos de mágica armonía
    que sólo nos inspira la paz de la virtud;
    yo quiero al gran...