• Tu bondad, tu trato ameno,
    tu faz, tu ingenio florido,
    Campoamor, son un veneno;
    pues, siendo tan descreído,
    no debieras ser tan bueno.

    Hoy con tu ejemplo se ve
    más válida la opinión
    de que es fácil que se dé
    la moral sin religión,
    y la conciencia sin fe.

    ¡Hombre, no inspires amor!
    Te lo ruego por Dios vivo...
    ¡Hazte...