• Ojos hermosos
    de mi Dorisa:
    yo os vi al reflejo
    de luces tibias...
    ¡Noche felice,
    no te me olvidas!
    Turbado y mudo
    quedé a su vista,
    susto de muerte
    me atemoriza,
    y sólo huyendo
    pude evadirla.

    Ojos hermosos:
    yo así vivía,
    cuando amor fiero
    gimió de envidia.
    Quiso que al yugo
    la cerviz rinda,...