• Ruiseñor que volando vas,
    cantando finezas, cantando favores
    ¡oh, cuanta pena y envidia me das!
    Pero no, que si hoy cantas amores,
    tú tendrás celos y tú llorarás.
    ¡Qué alegre y desvanecido
    cantas, dulce ruiseñor,
    las venturas de tu amor
    olvidado de tu olvido!
    En ti, de ti entretenido
    al ver cuan ufano estás,
    ¡oh, cuanta...