• Tristeza, pues yo soy tuyo,
    tú no dejes de ser mía;
    mira bien que me destruyo
    sólo en ver que el alegría
    presume de hacerme suyo.

    ¡Oh, tristeza!
    que apartarme de contigo
    es la más alta crueza
    que puedes usar conmigo.
    No huyas ni seas tal
    que me apartes de tu pena;
    soy tu tierra natural,
    no me dejes por la ajena
    do...

  • Cual suele el ruiseñor entre las sombras
    de las hojas del olmo o de la haya
    la pérdida llorar de sus hijuelos,
    a los cuales sin plumas aleando
    el duro labrador tomó del nido;
    llora la triste pajarilla entonces
    la noche entera sin descanso alguno,
    y desde allí, do está puesta en su ramo,
    renovando su llanto dolorido,
    de sus querellas...

  • VILLANCICO II

    Si no os hubiera mirado,
    no penara,
    pero tampoco os mirara.

    Veros harto mal ha sido,
    mas no veros peor fuera;
    no quedara tan perdido,
    pero mucho más perdiera.

    ¿Qué viera aquél que no os viera?
    ¿Cuál quedara,
    señora, si no os mirara?