• Se sueña, se presiente, se adivina,
    Estremécese el labio y no la nombra;
    El alba la ve huir de la colina
    Velada entre los pliegues de la sombra,

    Espira el meláncolico perfume
    De la rosa de unfénetro olvidada;
    Se deshace en incienso, se consume
    A la rápida luz de una mirada.

    Hermana de la tarde, pensativa
    En el fondo del valle...