• Ante el pálido lienzo de la tarde,
    la iglesia, con sus torres afiladas
    y el ancho campanario, en cuyos huecos
    voltean suavemente las campanas,
    alta y sombría, surge.
    La estrella es una lágrima
    en el azul celeste.
    Bajo la estrella clara,
    flota, vellón disperso,
    una nube quimérica de plata.