• A los que hemos mirado –en una noche horrenda–
    a nuestra cabecera la faz de la Ignorancia,
    puesto que comprendimos, se nos cayó la venda
    y tenemos la ciencia de la sonrisa helada.

    Y vimos –presentimos más– la cosa estupenda
    y la tiniebla en que se hundirá nuestra nada
    y la noche absoluta en la perdida senda
    sin amores, sin albas, sin fin de la jornada...

  • Y pregunté a la mágica sibila:
    —¿Un constante recuerdo, un vago aroma
    de sueño extinto, de ternura muerta,
    como la suave estela de un perfume,
    quedará de mi paso por la vida,
    entre los hombres?...

    Y la Maga dijo:
    —Algo menos: la sombra de una lágrima.

    Pues que me siento efímero...
    Pues que me siento efímero y fugaz, comparable
    a la...

  • Está en el bosque, sonrosada,
    la luna de la madrugada.

    El negro bosque rememora
    lo que miró desde la aurora:

    Se recuerda, temblando, una hoja
    del lobo y Caperuzita Roja;
    del aúreo son del olifante
    del Rey de barbas de diamante
    habla la eufónica espesura
    donde claro eso perdura;
    cuenta el césped que fuera alfombra
    al paso de...