• Qué estará haciendo esta hora mi andina y dulce Rita
    de junco y capulí;
    ahora que me asfixia Bizancio, y que dormita
    la sangre, como flojo cognac, dentro de mí.

    Dónde estarán sus manos que en actitud contrita
    planchaban en las tardes blancuras por venir;
    ahora, en esta lluvia que me quita
    las ganas de vivir.

    Qué será de su falda de franela; de...