• Nuestras vidas son los ríos
    que van a dar a la mar,
    que es el morir. ¡Gran cantar!
    Entre los poetas míos
    tiene Manrique un altar.
    Dulce goce de vivir:
    mala ciencia del pasar,
    ciego huir a la mar.
    Tras el pavor de morir
    está el placer de llegar.
    ¡Gran placer!
    Mas ¿y el horror de volver?
    ¡Gran pesar!