Adiós dijo.
Adiós al mundo, muero...
Salud amigos,
y se fue cantando
entre los trigos.
Se fue el viajero.
Y una más que todas
triste espiga,
dobló su fruto
hacia la tierra amiga.
Adiós dijo.
Adiós al mundo, muero...
Salud amigos,
y se fue cantando
entre los trigos.
Se fue el viajero.
Y una más que todas
triste espiga,
dobló su fruto
hacia la tierra amiga.
Soneto final
Por desplumar arcángeles glaciales,
la nevada lilial de esbeltos dientes
es condenada al llanto de las fuentes
y al desconsuelo de los manantiales.
Por difundir su alma en los metales,
por dar el fuego al hierro sus orientes,
al dolor de los yunques inclementes
lo arrastran los herreros torrenciales.
Al doloroso trato...