•  Súbito se alza un grito en las montañas
     De los valientes euskaldunes. Presta
     Todo su oído el bravo echeco-jauna,
     Que de su noble hogar guarda la puerta.
     -¡Qué es eso!, exclama- y se levanta al punto
     Su perro fiel, irguiendo las orejas.
     ¡Escuchad! ¡Escuchad cual sus ladridos
     De Altabiscar en derredor resuenan!
     Pero un ruido...