• Ausencia

    Desde el instante que nubló la ausencia
    el luminoso sol de tu hermosura,
    está mi triste corazón enfermo,
    rota mi lira y mi garganta muda.

    ¡Ay! ¡cuántas horas al presente corren
    en el imperio de la noche adusta,
    sin que alumbre tu mano entre la mía...