• En aquel pueblo ya lejano,
    circuído de cielo,
    miraba hacia las tardes
    caer tranquilo el día.
    Y era un ángel posible,
    hacia el atardecer.

    Pasaron días. Tiempo y tiempo.
    Con minerales brazos buscó ceñir la noche
    y perderse entre los vientos.

    Ahora, ¿quién gime por los pasillos
    desde un décimo piso?

    Oh ángel no nacido
    y...