• A la memoria de C. T. W.
    antiguo soldado de la Guardia Real de Caballería.
    Muerto en el Presidio de Reading, Berkshire, 7 de julio de 1896:

    I[...

  • Desde un ángulo oscuro de mi estancia, durante más tiempo del que puedo imaginarme, una Esfinge bella y silenciosa me acecha a través de las tinieblas ondulantes. Intangible y quieta, no se alza ni hace el menor movimiento. Poco le importan las lunas de plata y los soles remolinantes. En el aire el rojo sustituye al gris; las oleadas de luna descienden, pero cuando llega el alba, ella no se va...

  • Un día nació en su alma el deseo de modelar la estatua del «Placer que dura un instante». Y marchó por el mundo para buscar el bronce, pues sólo podía ver sus obras en bronce.

    Pero el bronce del mundo entero había desaparecido y en ninguna parte de la tierra podía encontrarse, como no fuese el bronce de la estatua del «Dolor que se sufre toda la vida».

    Y era él mismo con sus...

  • Cuando Narciso murió, el río de sus delicias se transformó de una copa de agua dulce en una copa de lágrimas saladas, y las Oréades vinieron llorando por los bosques a cantar junto al río y a consolarle.

    Y cuando vieron que el río habíase convertido de copa de agua dulce en copa de lágrimas saladas deshicieron los bucles verdes en sus cabelleras. Y gritaban al río y le decían:

    -...

  • Era de noche y estuvo Él solo. Y vio desde lejos las murallas de una vasta ciudad y se acercó a ella.

    Y cuando estuvo muy cerca oyó el jadeo del placer, la risa de la alegría y el sonido penetrante de numerosos laúdes. Y llamó, y uno de los guardianes de las puertas le abrió.

    Y contempló una casa construida con mármol y que tenía unas bellas columnatas de igual materia en su...

  • Y cuando las tinieblas cayeron sobre la tierra, José de Arimatea, después de haber encendido una antorcha de madera resinosa, descendió desde la colina al valle, porque tenía que hacer en su casa.

    Y arrodillándose sobre los pedernales del Valle de la Desolación, vio a un joven desnudo, que lloraba.

    Sus cabellos eran de color de miel y su cuerpo como una flor blanca; pero las...

  • Desde su infancia le habían inculcado, como a cualquiera, el perfecto conocimiento de Dios, y hasta cuando era niño, muchos santos así como ciertas santas mujeres que vivían en la libre ciudad, donde él nació, habíanse quedado atónitos ante sus respuestas graves y sabias.

    Y cuando sus padres le entregaron el traje y el anillo de la edad viril, les abrazó, abandonándoles para ir a correr...

  • Y el silencio reinaba en la Casa del Juicio, y el hombre compareció desnudo ante Dios.

    Y Dios abrió el libro de la vida del hombre.

    Y Dios dijo al hombre:

    -Tu vida ha sido mala y te has mostrado siempre cruel con los que necesitaban socorro y con los que carecían de apoyo. Has sido hosco y duro de corazón. Te llamó el pobre y tú no le oíste, y cerraste tus oídos al grito...

  • Cuidado; ella viene
    debajo de la nieve,
    ¡Susurra!, que escucha,
    creciendo margaritas

    Vivo pelo de oro,
    con la mancha muerto,
    de quien joven y bella,
    en el polvo cayó.

    Blanco de nieve, lirio,
    por poco no supo,
    que era una mujer; miro,
    lo dulce que floreció.

    Sepulcro y mesa de
    dura piedra, oprime,
    su pecho; mi...