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¿Conoces, como yo, el dolor sabroso?, Angustia y viva esperanza, sin humor ficticio. |
¡Tus hermosos ojos están fatigados, pobre amante! |
Cuando el carruaje pasaba por el bosque, mandó parar en las cercanías de un tiro, diciendo que le sería grato tirar unas balas para matar el Tiempo. Matar a ese monstruo, ¿no es la ocupación más ordinaria y más legítima de cada cual? Y ofreció galantemente la mano a su querida, deliciosa y... |
«A la vista del cementerio, Bebidas.» ¡Muestra singular -díjose nuestro paseante-, pero buena para excitar la sed! De fijo que el dueño de esta taberna sabe apreciar a Horacio y a los poetas discípulos de Epicuro Quizá hasta conoce el profundo refinamiento de los antiguos egipcios, para quien no... |
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A Franz Liszt.
¿Qué es un tirso? Según el sentido moral y poético, es un emblema sacerdotal en manos de los sacerdotes o de las sacerdotisas que celebran a la divinidad, cuyos intérpretes y servidores son. Pero, físicamente, no es más que un palo, un sencillo... |
El Odio es el tonel de las pálidas Danaides; El Demonio hace hoyos secretos en esos abismos, |
Tú que, como una cuchillada, De mi espíritu humillado ... |
El vino sabe revestir el más sórdido antro El opio agranda lo que no tiene límites, |
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I Para el niño, enamorado de mapas y estampas, Una mañana zarpamos, la mente inflamada, |
Por doquiera se ostentaba, se derramaba, se solazaba el pueblo en holgorio. Era una solemnidad de esas que, con mucha antelación, son esperanza de los saltimbanquis, de los prestidigitadores, de los domadores de bichos y de los vendedores ambulantes, para compensar los malos tiempos del año.... |
