• Con su vestimenta ondulante y nacarada,
    Hasta cuando camina, se creería que ella danza,
    Como esas largas serpientes que los juglares sagrados
    En el extremo de sus bastones agitan con cadencia.

    Como las arenas sombrías y el azur de los desiertos,
    Insensibles ambos al humano sufrimiento,
    Como las prolongadas redes de las olas de los mares,
    Ella se...