• En el ruinoso claustro bizantino
    iba a sentarme a declinar el día,
    a pie cruzando el áspero camino
    que conduce del pueblo a la abadía.
    Todo allí soledad, todo misterio;
    del monte en el declive ameno valle,
    y vecino a la iglesia el cementerio,
    de altos cipreses tras angosta calle.
    Aquel antiguo claustro, aquella calma,
    aquel cielo tan puro y...