•       No se engañó el alma mía,
     ni al decírtelo mentí
     que tu nombre es para mí
     nota de dulce armonía;
     

         música suave que encanta
     y que sorprende mi oído,
     como el melodioso ruido
     del ruiseñor cuando canta.
     

          Tu hermoso nombre me suena
     más dulce que los rumores
     de la brisa entre las flores
     ...