• A J. R. O.

    Y tú, mi dulce amigo,
    que con la caza alegre
    el afanoso estudio
    alternas y entretienes,
    sigue, sigue gozando
    el placer de los reyes;
    la diosa de los bosques
    su gracia te promete.

    Mas si en la selva umbrosa
    dos palomitas vieres
    acariciarse tiernas,
    el tiro, cruel, suspende;
    perdón a sus caricias,...

  • Díceme un dios que dentro el pecho siento,
    que al nacer se me dio fuego divino,
    sólo porque cantara ¡oh Grimanesa!,
    las gracias, la virtud y la belleza.
    Yo cumplí, no sin gloria, mi destino,
    cuando mi corazón y el alma mía
    en vivo amor y juventud ardía.

    Y en premio de haber sido
    siempre fiel al dulce ministerio,
    el Dios, a cuyo imperio...

  • Señor, Señor, el pueblo que te adora,
    bajo el peso oprimido
    de tu cólera santa, gime y llora.
    Ya no hay más resistir: la débil caña
    que fácil va y se mece
    cuando sus alas bate el manso viento,
    se sacude, se quiebra, desparece
    al recio soplo de huracán violento.
    Así tu ira, Señor, bajo las formas
    de asoladora peste y hambre y guerra,
    ...

  • ¿Y eres tú Dios? ¿A quién podré quejarme?
    inebriado en tu gloria y poderío.
    ¡ver el dolor que me devora impío
    y la mirada de piedad negarme!

    Manda alzar otra vez por consolarme
    la grave losa del sepulcro frío,
    y restituye, oh Dios, al seno mío
    la hermana que has querido arrebatarme.

    Yo no te la pedí. ¡Qué! ¿es por ventura
    ...

  • Ven Himeneo, ven Himeneo.

    Un feliz joven
    ya dobla el cuello
    al dulce yugo
    de un amor tierno;
    ya en sus altares
    quema el incienso,
    y ardientemente
    clamar le veo:
    Ven Himeneo, ven Himeneo.

    Todos se rinden
    hoy a tu imperio,
    y alegres viven
    con ser tus siervos.
    Sin ti los prados
    quedaran secos,
    ni...

  • Dedicado al amable cazador, mi amigo J. R. O.

    Ven, hermosa Diana,
    y da al cazador,
    que tus leyes sigue,
    tu gracia y favor.

    Ven que tú en los campos
    fuiste la primera
    que agitó las fieras
    y las tiernas aves,
    que cantan suaves
    cuando nace el sol.

    Ven, hermosa Diana,
    y da al cazador,
    que te ama y te sigue,...

  • Admite, oh Dios, oh Padre,
    los votos y las gracias
    que mi labio te ofrece
    cuando el sol, que es tu imagen, se obscurece.

    ¡Oh, cuántos beneficios
    tu diestra ha derramado
    mientras tu hermoso día
    por el alto cenit resplandecía!

    Con tu luz, recibieron
    tus mares y tus cielos
    y tu tierra florida
    y todo tu universo, acción y vida....

  • ¿Dime de dónde vienes?,
    dímelo por tu vida,
    ¿dónde vas?, ¿de quién eres,
    amable palomita?

    -El amoroso Olmedo
    a su Nise me envía,
    a la graciosa Nise,
    su amor y su delicia.
    Yo antes era de Venus,
    y de las más queridas,
    yo su carro tiraba
    y en todo la servía.
    Mas del calor huyendo
    en un estivo día,
    o por buscar...

  • A mi hermana Magdalena

    ¡Qué dignos son de risa
    esos hombres soberbios,
    que piensan perpetuarse
    pintándose en los lienzos!
    De blasones ilustres
    sus cuadros están llenos,
    de insignias y de libros
    y pomposos letreros.
    De este modo ellos piensan
    que sus retratos viejos
    serán un gran tesoro
    a sus hijos y nietos,
    y...