Descubridor de un mundo y adivino,
¡quién añade a mi lira cuerdas nuevas!
¡quién da a mis manos el laúd divino
del lírico de Tebas,
o de aquel por quien osa
la palma a Tebas disputar Venosa!
¡Lograra entonces con ingenio y arte
dignos de tu grandeza...