• No más respondas incierto,
    y pues que tus padres crudos
    se oponen a nuestros nudos,
    huye conmigo al desierto.
    ¡Eres hombre y del temor
    te dejas así vencer!
    Yo no temo, y soy mujer,
    que audacia me da el amor.
    A la hora en que el sol más arde
    yo tenderé mis cabellos,
    toldo formando con ellos
    que de sus rayos te guarde.
    ...