• ¡Y tu pureza sufres que corrompa
    y empañe tu beldad frase extranjera,
    y te arrebate tu nativa pompa,
    Oh reina de las lenguas altanera!
    Más resonante que guerrera trompa,
    más manejable que la blanda cera,
    más dulce que la miel y la ambrosía,
    brillante como sol de mediodía!
    A abuela y madre los laureles niegas,
    pues con las prendas de las dos...