Allá, en las tierras altas,
por donde traza el Duero
su curva de ballesta
en torno a Soria, entre plomizos cerros
y manchas de raídos encinares,
mi corazón está vagando, en sueños...
¿No ves, Leonor, los álamos del río
con sus ramajes yertos?
Mira el Moncayo azul y blanco; dame
tu mano y paseemos.
Por estos campos de la tierra mía...
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I
Por la sierra blanca...
La nieve menuda
y el viento de cara.
Por entre los pinos...
por la blanca nieve
se borra el camino.
Recio viento sopla
de Urbión a Moncayo.
¡Páramos de Soria!II
Ya habrá cigüeñas al sol,
mirando la tarde roja,
entre Moncayo y Urbión.III...