• I
    Nunca perseguí la gloria
    ni dejar en la memoria
    de los hombres mi canción;
    yo amo los mundos sutiles,
    ingrávidos y gentiles
    como pompas de jabón.
    Me gusta verlos pintarse
    de sol y grana, volar
    bajo el cielo azul, temblar
    súbitamente y quebrarse.

    II
    ¿Para qué llamar caminos
    a los surcos...