• ¡Oh bienaventuranza fértil de los que saben
    ir gimiendo y llorando despreciativamente,
    como en la Salve, que es un óleo y una fuente!

    Yo también supe antaño de la bondad del cielo
    que en mis acerbos pésames llovía,
    y compuse mi Salve, con la fe de un cruzado
    bajo los muros de Antioquía.

    Mas hoy es un vinagre
    mi alma, y mi ecuménico dolor un...

  • Muchachita que eras
    brevedad, redondez y color,
    como las esferas
    que en las rinconeras
    de una sala ortodoxa mitigan su esplendor...

    Muchachita hemisférica y algo triste
    que tus lágrimas púberes me diste,
    que en el mes del Rosario
    a mis ojos fingías
    amapola diciendo avemarías
    y que dejabas en mi idilio proletario
    y en mi corbata...

  • Tu paz -¡oh paz de cada día!-
    y mi dolor que es inmortal,
    se han de casar, Amada mía,
    en una noche cuaresmal.

    Quizá en un Viernes de Dolores
    cuando se anuncian ya las flores
    y en el altar que huele a lirios
    el casto pecho de María
    sufre por los siete martirios;
    mientras la luna, Amada mía,
    deja caer sus tenues franjas
    de luz de...

  • ¿Existirá? ¡Quién sabe!
    mi instinto la presiente
    dejad que yo la alabe
    previamente.

    Alerta el violín
    el querubín
    y susceptible al
    manzano terrenal,
    será a la vez risueña
    y gemebunda,
    como el agua profunda.

    Su índice y su pulgar
    con una esbelta cruz
    esbelto persignar.

    Diagonal de su busto,
    cadena...

  • Ingenuas provincianas: cuando mi vida se halle
    desahuciada por todos, iré por los caminos
    por donde vais cantando los más sonoros trinos
    y en fraternal confianza ceñiré vuestro talle.

    A la hora del Angelus, cuando vais por la calle,
    enredados al busto los chales blanquecinos,
    decora vuestros rostros --¡oh rostros peregrinos!--
    la luz de los mejores...

  • Hoy que la indiferencia del siglo me desola
    sé que ayer tuve dones celestes de continuo,
    y con los ejercicios de Ignacio de Loyola
    el corazón sangraba como al dardo divino.

    Feliz era mi alma sin que estuviese sola:
    había en torno de ella pan de hostias, el vino
    de consagrar, los actos con que Jesús se inmola
    y tesis de Boecio y de Tomás de Aquino....

  • Prolóngase tu doncellez
    como una vacua intriga de ajedrez.

    Torneada como una reina
    de cedro, ningún jaque te despierta.

    Mis peones tantálicos
    al rondarte a deshora,
    fracasan en sus ímpetus vandálicos.

    La lámpara sonroja tu balcón;
    despilfarras el tiempo y la emoción.

    Yo despilfarro, en una absurda espera,
    fantasía y hoguera.

    ...
  • Omnicromía de la tarde amena...
    El alma, a la sordina,
    y la luz, peregrina,
    y la ventura, plena,
    y la Vida, una hada
    que por amar esta desencajada.

    Firmamento plomizo.
    En el ocaso, un rizo
    de azafrán.
    Un ángel que derrama su tintero.
    La brisa, cual refrán
    lastimero.
    En el áureo deliquio del collado,
    hálito verde,...

  • Fuensanta, dulce amiga,
    Blanca y leve mujer,
    Dueña ideal de mi primer suspiro
    Y mis copiosas lágrimas de ayer;
    Enlutada que un día de entusiasmo
    Soñé condecorar,
    Prendiendo, en la alborada de las nupcias,
    En el negro mobiliario de tu pecho
    Una fecunda rama de azahar.
    Dime ¿es verdad que ha muerto mi quimera,
    El idólatra de tu palidez...

  • Antes de echar el ancla en el tesoro
    del amor postrimero, yo quisiera
    correr el mundo en fiebre de carrera,
    con juventud, y una pepita de oro
    en los rincones de me faltriquera.

    Abrazar a una culebra del Nilo
    que de Cleopatra se envuelva en la clámide,
    y oír el soliloquio intranquilo
    de la Virgen María en la Pirámide.

    Para desembarcar en...