Tristeza, pues yo soy tuyo,
tú no dejes de ser mía;
mira bien que me destruyo
sólo en ver que el alegría
presume de hacerme suyo.
¡Oh, tristeza!
que apartarme de contigo
es la más alta crueza
que puedes usar conmigo.
No huyas ni seas tal...
Tristeza, pues yo soy tuyo,
¡Oh, tristeza! |
Cual suele el ruiseñor entre las sombras |
VILLANCICO II
Si no os hubiera mirado,
Veros harto mal ha sido,
¿Qué viera aquél que no os viera? |