HUNDIDO en el ocaso
El sol tras de los montes;
No ver sinó tinieblas
Y negros horizontes;
No oír del ave amante
Los tímidos murmullos,
Ni notas, ni armonías,
Ni plácidos arrullos.
Sinó ansias, tedio, enojos,
En malestar atroz,
Eso es no...
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ES un desierto erial la vida mía: Lució la aurora límpida y radiante |
DEBÍA haber una alma
Debía haber nacido
Debí no haber tirado |
DESCUBRÍ que en el fondo de mi alma Es una flor naciente que rebosa |
Te acuerdas...? Asomada á tu ventana La blanca luna en tus pupilas negras... |
YO siento cuando piensas Conozco cuando lloras |
Me miras, y en tus ojos de la voraz hoguera |
No tiene encanto para mí la vida, Me parece que el cielo con la tierra |
VOY vagando perdido en el espacio, Enmudezco en las horas de tu ausencia |
ME dijiste que anoche enamorada El amor me condujo donde estabas |