Julio Zaldumbide Gangotena

  • Son tus ojos dos estrellas
    que derraman luz y amores
    celestial;
    y luces entre las bellas,
    como el lirio entre las flores
    virginal.

    Tú, la más linda en la danza,
    tú, la de más gentileza,
    más primor;
    y puestas en la balanza
    mil bellezas...

  • Flota en los aires, de la tarde el velo;
    y al mismo paso que las sombras cunden
    de la atezada noche en el espacio,
    dolorosos y oscuros pensamientos
    nacen dentro del alma y se difunden.

    Contempla, Laura, en el tendido cielo
    esas nubes que vuelan
    ...

  • ¿Qué dices, Laura, de esta flor? ¡Qué hermosos
    sus pétalos en lustre y en color!
    Mira con qué arte agrúpanse graciosos
    del frágil tallo asidos al redor.

    Empero, ve de un soplo disipada
    tanta hermosura... ¡Efímero primor!
    ¿Qué ves ya de la flor? El tallo......

  • Del África abrasada en las arenas,
    de la Siberia en el perenne hielo,
    en la sierra, en el llano,
    del polo al ecuador; con larga mano,
    cual las estrellas pobló su vasto cielo,
    así los espació Dios Soberano
    por toda la ancha faz del grande suelo.

    Nacen...

  • Cuatro estaciones hay en nuestra vida
    como en el año, Laura:
    Una en que el cielo es puro, mansa el aura,
    que corre entre las flores adormida:
    ésta es aquella dulce edad primera,
    de nuestra vida alegre primavera.

    Tras ésta viene aquella que aquilones
    ...

  • Con majestad sublime el sol se aleja,
    y el extendido cielo
    a las encapotadas sombras deja,
    que ya le cubren con umbroso velo.

    ¡Qué solemne misterio! ¡Qué profunda
    de paz y de oración grave tristeza.
    ya el sol llega al ocaso
    y la noche le sigue a lento...

  • Meditación

    ¡Oh noche! ¡Oh madre de la luz! Ahora
    tú reinas en los ámbitos del cielo;
    lejos huyó la luz deslumbradora,
    cayó el rumor que levantaba el día,
    y en tu regazo inmóvil duerme el mundo.

    En el silencio general profundo,...

  • Leve cinta de luz brilla en Oriente,
    como la fimbria de oro
    del ropaje del sol resplandeciente;
    y éste es el nuncio de la luz del día.
    El pueblo de las aves que dormía
    en el regazo de callada noche
    rompe el silencio en armonioso coro,
    y un cántico...

  • Versos dedicados a mi amigo Juan León Mera.

    Meditación

    I

    Cosas son muy ignoradas
    y de grande oscuridad
    aquellas cosas pasadas
    en la horrenda...

  • I

    ¡Salud, oh estrella de la tarde!, rosa
    del jardín del crepúsculo brotada;
    ¡salud, estrella de la tarde!, hermosa
    cual virgen al festín aparejada.

    ¡Estrella del amor!, cuando te miro
    brillar entre las sombras ¿por qué, dime,
    triste mi corazón...