Última Necat

¡Huyen los años como raudas naves!
¡Rápidos huyen! Infecunda Parca
pálida espera. La salobre Estygia
calla dormida.

¡Voladores años!

¡Dado me fuera detener convulso,
horas fugaces, vuestra blanca veste!
Pasan las dichas y temblando llegan
mudos inviernos...

Las fragantes rosas
mustias se vuelven, y el enhiesto cáliz
cae de la mano. Pensativa el alba
baja del monte. Los placeres todos
duermen rendidos...

En mis brazos flojos
Cintia descansa.

Collection: 
1879

More from Poet

  • Anoche, mientras fijos tus ojos me miraban
    y tus convulsas manos mis manos estrechaban,
    tu tez palideció.
    ¿Qué hicieras -me dijiste- si en esta noche misma
    tu luz se disipara, si se rompiera el prisma,
    si me muriera yo?

    ¡Ah! deja las tristezas al nido...

  • ¡Huyen los años como raudas naves!
    ¡Rápidos huyen! Infecunda Parca
    pálida espera. La salobre Estygia
    calla dormida.

    ¡Voladores años!

    ¡Dado me fuera detener convulso,
    horas fugaces, vuestra blanca veste!
    Pasan las dichas y temblando llegan
    mudos...

  • Los pájaros que en sus nidos
    mueren, ¿a dónde se van?
    ¿Y en qué lugar escondidos
    están, muertos o dormidos,
    los besos que no se dan?

    Nacen, y al punto traviesos
    hallar la salida quieren;
    ¡pero como nacen presos,
    se enferman pronto mis besos
    ...

  • Prostituir al amor.... Llegar artero,
    de noche, entre las sombras, recatado
    esquivando los pasos y, mañero,
    la faz hundida y el embozo alzado.

    Tender la escala con la vista alerta,
    trepar por la pared que se desgrana,
    y adonde todos entran por la puerta,...

  • ¡Ni una palabra de dolor blasfemo!
    Sé altivo, sé gallardo en la caída,
    y ve, poeta, con desdén supremo
    todas las injusticias de la vida.

    No busques la constancia en los amores,
    no pidas nada eterno a los mortales,
    y haz, artista, con todos tus dolores,
    ...