En la muerte del laureado poeta señor don Manuel José Quintana

Cantos de regocijo y de victoria
Nuestras voces alzaron aquel día
Que regia mortal mano te ceñía
Mezquino lauro de terrestre gloria:

Y hoy que a la voz de tu Hacedor acudes,
A recibir la fúlgida diadema
Que la inmutable Majestad Suprema
Guarda en la eterna patria a las virtudes

Hoy nuestra flaca condición humana
Su aliento en vano a remontar aspira
¡No le es dado arrancar, noble Quintana,
Ni un tierno adiós de la enlutada ¡ira!

Que aunque la Fe con resplandor divino
La densa noche del sepulcro alumbre,
Y la Esperanza hasta la excelsa cumbre
Vuele, mostrando tu triunfal camino;

Aquí -al mirar tus fúnebres despojos
A la tierra volver- sólo nos queda,
Con tu corona, que la España hereda,
¡Duelo en el corazón llanto en los ojos!

Collection: 
1834

More from Poet

  • Con yo amé dice cualquiera
    Esta verdad desolante:
    -Todo en el mundo es quimera,
    No hay ventura verdadera
    Ni sentimiento constante.-
    Yo amé significa: -«Nada
    Le basta al hombre jamás:
    La pasión más delicada,
    La promesa más sagrada,...

  • Palacios y chozas,
    Campos y ciudad,
    Brutos, aves, hombres,
    Todo duerme ya;

    Que cubren las sombras
    Del cielo la faz,
    Y guardan silencio
    Los vientos y el mar.

    Sólo un rumor se percibe,
    Vago, débil y fugaz
    El aliento...

  • Y María al pie de la cruz
    Al cielo ofreciendo del mundo el rescate,
    Con clavos sujetas las manos divinas,
    Ciñendo sus sienes corona de espinas,
    Se ostenta en los brazos del leño Jesús.
    A diestra y siniestra dos viles ladrones
    Reciben la pena...

  • ¡Perla del mar! ¡Cuba hermosa!
    Después de ausencia tan larga
    Que por más de cuatro lustros
    Conté sus horas infaustas,

    Torno al fin, torno a pisar
    Tus siempre queridas playas,
    De júbilo henchido el pecho,
    De entusiasmo ardiendo el alma.

    ¡...

  • ¡Mirad! ya la tarde fenece...
    La noche en el cielo
    despliega su velo,
    propicio al amor.
    La playa desierta parece:
    Las olas serenas
    salpican apenas
    su dique de arenas,
    con...