Morir debiera sin verte,
Hermosísima pastora,
Pues que osé tan sola una hora
Estar vivo y no quererte.
De un dichoso amor gozára,
Dejado el tormento aparte,
Si en acordarme de amarte
De mi olvido me olvidára.
Que de morirme y perderte,
Tengo recelo, pastora,
Pues que osé tan sola una hora
Estar vivo y no quererte.