• En la huerta nasce la rosa:
    quiérome ir allá
    por mirar al ruiseñor cómo cantavá.

    Por las riberas del río
    limones coge la virgo.

    Quiérome ir allá,
    para ver al ruiseñor
    cómo cantavá.

    Limones cogía la virgo
    para dar al su amigo.

    Quiérome ir allá,
    para ver al ruiseñor
    cómo cantavá.

    Para dar al su amigo
    en un...

  • I

    En una llaga mortal,
    desigual,
    que está en el siniestro lado,
    conoceréis luego cuál
    es el leal
    servidor y enamorado;
    por cuanto vos la hicisteis
    a mí después de vencido
    en la vencida
    que vos, señora, vencisteis
    cuando yo quedé...

  • Estando triste, seguro,
    mi voluntad reposaba,
    cuando escalaron el muro
    do mi libertad estaba.
    A escala vista subieron
    vuestra beldad y mesura,
    y tan de recio hirieron,
    que vencieron mi cordura.

    Luego, todos mis sentidos
    huyeron a lo más fuerte,
    mas iban ya mal heridos
    con sendas llagas de muerte;
    y mi libertad...

  • Callé por mucho temor;
    temo, por mucho callar,
    que la vida perderé;
    así con tan grande amor
    no puedo, triste, pensar
    qué remedio me daré.
    Porque alguna vez hablé,
    halléme de ello tan mal,
    que, sin duda, más valiera
    callar, mas tan bien callé...

  • Es mi pena desear
    ser vuestro, de vuestro grado;
    que no serlo es excusado
    pensar poderlo excusar;
    por esto lo que quisiera
    es serlo a vuestro placer,
    que serlo sin vos querer
    desde que os vi me lo era.

  • Hallo que ningún poder
    ni libertad en mí tengo,
    pues ni estoy ni voy ni vengo
    donde quiere mi querer:
    que si estoy, vos me tenéis;
    [y] si voy, vos me lleváis;
    si vengo, vos me traéis;
    así que no me dejáis,
    señora, ni me queréis.

  • Mi temor ha sido tal
    que me ha tornado judío;
    por esto el esfuerzo mío
    manda que traiga señal:
    pues viendo cuán poco gano
    viviendo en ley que no es buena,
    osándoos decir mi pena
    me quiero tornar cristiano.

  • ¡Qué amador tan desdichado,
    que gané
    -en la gloria de amadores-
    el más alto y mejor grado,
    por la fe
    que tuve con mis amores!
    Y así como Lucifer
    se perdió por se pensar

    igualar con su Señor,
    así me vine a perder
    por me...

  • Yo callé males sufriendo,
    y sufrí penas callando;
    padecí no mereciendo,
    y merecí padeciendo
    los bienes que no demando:
    si el esfuerzo que he tenido
    para callar y sufrir,
    tuviera para decir,
    no sintiera mi vivir
    los dolores que ha sentido.

  • I

    Ve, discreto mensajero,
    delante aquella figura
    valerosa
    por quien peno, por quien muero,
    flor de toda hermosura
    tan preciosa,
    y mira cuando llegares
    a su esmerada presencia
    que resplandece,
    doquiera que la hallares
    tú le hagas...